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Nuestra propuesta de investigación está planteada como un proyecto pedagógico que vincula el juego dramático como proceso de creación y  la dramatización como estrategia metodológica, que contribuye al desarrollo integral del ser humano, posibilitando desde su implementación en los escenarios pedagógicos, el desarrollo de las habilidades emocionales de niños y niñas entre los 9 y 12 años.

Queremos redimensionar la importancia del juego dramático, al develar sus aportes como recurso pedagógico el cual abarca diversos lenguajes artísticos, para el desarrollo de la sensibilidad humana y de las habilidades para la vida, enfocado en las habilidades emocionales, autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales. Dicha propuesta integra la elaboración de una experiencia didáctica en formato digital.

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INTRODUCCIÓN

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PREGUNTA

¿Cómo desarrollar las habilidades emocionales a través del juego dramático desde la dramatización como estrategia metodológica, con niños y niñas entre los 9 y 12 años?

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El teatro es un espacio para el encuentro con las emociones y sensaciones: la risa, el llanto, el enojo, los miedos, la curiosidad, la confrontación, entre muchas más, un espacio en el que se manifiesta la posibilidad de asumir otros roles. Los juegos teatrales y la interpretación de personajes posibilitan la experimentación de diferentes realidades que permite a quienes lo practican, no solo que se conozcan mejor a sí mismos, sino que también perciban particularidades y diferencias en los demás.

Todos debemos hacer teatro para averiguar quiénes somos y descubrir quiénes podemos llegar a ser (Boal, citado por Motos, 2017 p. 1)

Los vínculos presentados en escena permiten que quienes actúan puedan mirar hacia adentro, potenciar la confianza en sí mismos y en los compañeros y compañeras con los que comparten el juego teatral, ya que en este es primordial la relación con todo lo que interactúe en escena. Cabe señalar que el juego dramático no es en sí una representación teatral es más bien una forma de expresar corporalmente sensaciones y emociones que les representan las situaciones vividas a los niños y niñas sin necesidad de ser actores profesionales, pero también sin necesidad de tener un público, actúan para ellos y entre ellos mismos, y al mismo tiempo se crea un entorno ficticio que cobra vida a partir de un trabajo grupal.

 

La Dramatización no tiene como finalidad formar actores, directores teatrales, escenógrafos - “artistas”, como se suele coloquialmente decir- sino despertar al individuo para que tome conciencia de sí mismo, de los otros y del mundo que le rodea, es decir, tiene como meta el proceso de crecimiento personal y grupal a través del juego teatral. (Motos, 2013, p. 2). 

 

Este proyecto pedagógico es muy importante para nosotras ya que vemos la necesidad de una mayor oferta educativa para el desarrollo de habilidades emocionales para los niños y las niñas entre los 9 y 12 años.  Que abra un abanico de posibilidades creativas y sensitivas, no solo para que su sensibilidad sea escuchada, sino para nutrirse de lo que el juego dramático pueda proporcionarles, desde espacios de comunicación conjunta hasta una libertad creativa que potencie sus habilidades para el desarrollo de su imaginación y que sirva de medio para expresar emociones. Si lo miramos desde un enfoque de habilidades para la vida, los primeros años de vida son importantes para desarrollar las habilidades sociales, cognitivas y emocionales, entre estas últimas tenemos la autoconciencia, autorregulación, motivación y empatía.

 

La escuela, que tradicionalmente había sido el espacio del cuerpo prohibido, del cuerpo negado, con la incorporación de las técnicas teatrales lo recupera y lo reconoce. El aprendizaje teatral tiene presente al individuo completo, trabaja con su cuerpo, su mente y sus emociones. (Motos, 2013, p. 3)

Esto nos lleva a reconocer los elementos metodológicos del juego dramático para el desarrollo de dichas habilidades emocionales en los niños y las niñas y a nutrirnos y ofrecer mediante la creación de una experiencia didáctica, por medio de la cual queremos aportar otras maneras para que puedan explorar y tener esa percepción de sí mismos y cómo gestionar dichas emociones a través de la Dramatización. 

Las múltiples posibilidades que el proceso de creación a través de la dramatización ofrece al estudiante le permiten la expresión de emociones, en la exploración de otras formas de lenguaje, como la expresión corporal (lenguaje no verbal), el lenguaje plástico y musical. Por ende, vemos entonces esta estrategia metodológica de dramatización pertinente en el contexto del aprendizaje infantil.

JUSTIFICACIÓN

Un proyecto pedagógico de:

Nidia Andrea Montoya Sánchez, Belsy Ruiz Rojas y María Elena Giraldo Callejas

Asesora: Ana Eva Hincapié Mora

Universidad de Antioquia - Facultad de Artes

Departamento de Artes Escénicas

Profesionalización en Teatro - Medellín, 2022

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